A Maslow se le escapó una.
Alimentarnos, descansar, afecto, confianza, reconocimiento, realización personal…Está claro que efectivamente son necesidades básicas para nosotros, pero creo que a menudo se nos olvida mencionar algo sin lo que la vida sería mucho más complicada: El sentido del HUMOR.
El humor es uno de los mayores recursos que tenemos para enfrentarnos a nuestro día a día. En este punto alguien pensará… “Carmela, pero el humor no soluciona los problemas”. Cierto! Pero los alivia… y mucho.
Tener sentido del humor o practicarlo es una manera de tomarse la vida. No equivale únicamente a la risa, sino a disfrutar de la perplejidad, sonreir, ver a las personas con más ternura, afrontar los problemas con paciencia y esperanza…
La risa es probablemente lo más humano que poseemos junto con el llanto, están separados por una línea muy fina y en el momento mágico en que la persona que acude tiempo atrás a contarme un problema entre lágrimas empieza a utilizar el humor en su discurso ambos nos damos cuenta de que algo ha cambiado. Esa persona está tomando perspectiva con respecto a las cosas.
El humor es terapéutico, ya que no es un mecanismo de huida sino de integración de la realidad. Encontramos humor hasta en las situaciones más duras. Victor Frankl lo explica así: “los intentos por desarrollar el sentido del humor son una especie de truco que aprendimos mientras dominábamos el arte de vivir, porque incluso en un campo de concentración es posible practicar el arte de vivir, aunque el sufrimiento sea omnipresente”.
Es una pena que en ocasiones el buen humor se relacione con la falta de implicación. “Si se lo toma así es porque no le importa”. Gran error. El humor positivo no está reñido con el valor que otorgamos a las situaciones. Aprender a reírse es empezar a relativizar y por lo tanto a ser más flexibles y replantearse mejor los problemas.
“Una persona sin sentido del humor es como un vagón sin resortes. Es sacudido por todas las pequeñas piedras del camino”-Henry Ward Beecher.
Para Vicente O. que me enseñó que el humor enamora, es humildad, es energía y siempre, siempre, siempre aligera la carga.
Marta
Me encantan tus post! Son muy útiles
carmela
Muchas gracias Marta, me alegro de que os puedan ayudar.
José
Tomarse las cosas con humor no significa que te las tomes a risa.
Cuando alguien afronta los problemas con buen humor, desde fuera decimos “Fíjate que feliz que es”, algo de verdad habrá cuando la sabiduría popular asocia el buen humor a la felicidad.
Felicidades Carmela.
carmela
Muchas veces el humor está mal visto, pues se cree que está reñido con la responsabilidad, la profesionalidad y otros valores. Me viene a la cabeza una frase de Peter Ustinov: “Lo cómico es simplemente una forma divertida de ser serios.”
Gracias José
Dani
Saludos Carmela y felicitaciones por las interesantes noticias de tu blog. Soy un gran defensor del buen humor y en ocasiones me preguntaba si sería capaz de vivir sin éste y creo que, al menos plenamente, no podría, por lo que me parece muy acertado el título de tu artículo.
Un abrazo.
carmela
Una vida sin buen humor sería mucho más triste, Dani. Gracias por aportar ese pedacito de alegría. Saludos