Confianza rota
¿Sabes cual es uno de los retos más complicados a los que me enfrento en mi trabajo? Restaurar la confianza rota entre dos personas.
Es algo que se construye lentamente, se destroza en un segundo, y una vez que se pierde es prácticamente imposible de recuperar.
Nuestras corazas más grandes están construidas a base de decepciones. A todos nos cuesta convivir con la incertidumbre, por tanto, dejar de lado las dudas y creer firmemente en la otra persona es un acto de amor inmenso. Es por ese motivo que, cuando nos fallan, nos sentimos desnudos y frágiles y engrosamos varios centímetros nuestra armadura para que nadie vuelva a herirnos.
¿Y sabes cuál es el mayor problema de la confianza rota? Que a veces nos acompaña, durante meses, durante años, durante diversas relaciones. Seguimos teniendo ahí la herida y recuerdo de la desilusión y eso hace que comenzar nuevos proyectos sea más difícil, porque trabajamos con unos cimientos que se tambalean…tenemos miedo al dolor.
Además nuestra autoestima queda tan tocada que tenemos una tendencia a culparnos y pensar que si nos han fallado ha sido porque algo hemos hecho mal, que no merecíamos el respeto del otro.
Cuando no se cumple un compromiso con otra persona se le está mandando dos mensajes: Primero le demostramos que no nos importa, que no nos interesa, ni nos importan los daños que puedan derivarse de nuestra actitud y además ponemos en evidencia que lo primero son nuestros intereses y deseos, por encima de cualquier cosa.
Acuérdate de cuidar la confianza que depositan en ti las personas que quieres conservar a tu lado, respeta tus acuerdos y nunca prometas nada que no puedas cumplir, pues alguien dijo que “romper la confianza es como destrozar un vaso de cristal…por mucho que seamos artesanos, nunca queda igual”
“Aunque exista el amor en una relación, la confianza es lo más importante para que perdure”